Lunes
30 de enero de 2012
Curiosidades:
La
tenebrosa venganza del rey Pedro I de Portugal
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Asesinato de Inés de Castro oleo de Columbano Bordalo Pinheiro |
Pedro I tiene una de las historias de amor más crueles de
la época medieval.
Durante el siglo XIV el rey Alfonso IV de Portugal
(1291-1357) quería obligar a su hijo Pedro (1320-1367) a casarse con la infanta
Constanza, hija del rey de Castilla, todo para obtener poder estratégico. Pedro
accedió y se casó, pero se enamoró de una de las damas de compañía de su
esposa: Inés de Castro.
Lamentablemente en 1345 murió Constanza y Pedro vió una
posibilidad en ello para formalizar su relación que tenia escondidas con Inés,
con la cual ya compartía cuatro hijos. El rey Alfonso IV en su contra tenia otros
planes: quería que Pedro se casara con otra princesa, para seguir aumentando su
poder. Esta vez Pedro se negó y se casó con Inés en secreto.
Alfonso IV, al enterarse de lo sucedido, entró en cólera
y ordenó la muerte de Inés a manos de tres mercenarios.
Pedro, totalmente abatido y con sed de venganza, dividió
el reino y entró en guerra contra su padre. Luchó ferozmente contra la corona
pero no pudo vengarse de su padre, ya que murió de viejo.
Ya en el trono, Pedro I lo primero que ordenó fue buscar
a los mercenarios que habían matado a su esposa. Encontró a dos, y dice la
leyenda que les sacó el corazón en vida como venganza.
Para rematar su particular vendetta, ordenó desenterrar a
Doña Inés, la sentó junto a su trono y hizo que toda la corte que la despreció
se arrodillara delante de ella y besara su mano como a una reina.
Las tumbas de Pedro e Inés están ubicadas en el
Monasterio de Alcobaça, y se hallan una en frente de la otra por petición
expresa de Pedro, para que "El día del juicio final, cuando resuciten los
cuerpos, lo primero que verán nuestros ojos será el rostro del ser amado".
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